saludos a tod@s, namaste.
Seguro que todos los que ya tenemos una cierta edad, o hemos visto reposiciones de la serie, recordamos la escena en que Heidi regresa de los Alpes y acaba enfermando de tristeza.
Probablemente no fuera sólo porque echaba de menos a su abuelo y a su amiguito Pedro.
El síndrome por déficit de naturaleza existe, aunque no esté en los manuales.
Al no estar en contacto con la naturaleza, y a más tecnología menos naturaleza cuando más se necesita, aumentan los transtornos por déficit de atención, la ansiedad y la falta de empatía hacia los animales y el medio ambiente, entre otras cosas.
Se necesita más naturaleza, ya que en otras generaciones se jugaba en la calle, o en el bosque, se exploraba y se aprendía, o se construían casas en los árboles.
Necesitamos ciudadanos concienciados con el cambio climático y con el regreso al cuidado del planeta tierra, bien volviendo a la sencillez del ancestral cultivo del campo, o bien preocupándonos de hacer una compra y economía lo más sostenible posible.
Es paradójico que sea yo la que escribo esta entrada, ya que la naturaleza no es un medio en el que me sienta cómoda.
Sí disfruto, pero de un paseo, no tanto de varios días por el monte sin nada mejor que hacer que dormir.
Pero soy consciente de la necesidad del contacto con la naturaleza para reavivar la imaginación de los niños, el aprendizaje, conocer la fauna salvaje que hay alrededor, y un largo etc.
Espero que esta entrada sirva para la reflexión.
un abrazo de luz, Alba Álvarez.