Hola a tod@s, namaste.
Hoy vengo con una reflexión.
Esta mañana he oído un vídeo sobre el espiritismo.
No voy a hablaros de esta doctrina, al menos en esta entrada.
Pero sí quiero hacer una reflexión sobre la verdad.
La verdad es siempre relativa, lo que para mí es cierto puede no serlo para ti.
Yo creo en un Dios- diosa amoroso, que nos cuida, que es inteligente, que ha creado todas las cosas y que nos ha puesto ayudantes y guías en el camino, respetando siempre nuestro libre albedrío.
También creo que estas verdades, básicamente haz a los demás lo que quisieras que te hicieran a ti, y ama a los demás y a ti mismo, haz el bien, se contienen en todas las filosofías y religiones de cualquier tiempo con distintos matices.
Todo esto se va actualizando por medio de distintos maestros, ya sea Jesús, Buda, los espiritistas, etc.
Ahora bien, creo que perdería toda la razón si quisiera imponer la verdad al mundo o si me dedicara aquí a criticar a quienes no piensan como yo.
Es más útil predicar con el ejemplo, yo puedo hablaros de los beneficios del reiki porque los he vivido, puedo incluso iniciaros si me lo pedís, pero no voy a dedicarme a hacer proselitismo.
Evidentemente, si tenemos un hijo, querremos lo mejor para él desde nuestro punto de vista, pero tampoco podemos imponérselo.
Ahí lo dejo para que penséis, porque hay mucho fanático suelto que se cree en posesión de la verdad absoluta.
Predica tu verdad si quieres, pero no excluyas ni rechaces a otros porque no piensen como tú.
Cierro esta entrada con esta cita de Gandhi:
«el amor y la verdad son dos caras de la misma moneda».
Un abrazo de luz, Alba Álvarez.