hola a tod@s, namaste.
Creo que ya os he hablado de este tema, pero me apetecía ser más concreta:
La espiritualidad debe ser divertida, ahora bien, se pueden tener pequeños momentos sagrados, y no me refiero sólo, que también, a darte una sesión de reiki y encender un incienso o una vela y poner música para relajarte mientras lo haces, que está muy bien.
Me refiero a sacralizar esos momentos cotidianos:
Nunca ponderaré bstante la importancia de estar presente con todo nuestro ser en las pequeñas cosas, sólo eso es un modo de sacralizar.
Como dicen los budistas, si estoy comiendo estoy comiendo, si respiro respiro, si muero, muero.
El presente es el único momento que existe, el único tiempo que tenemos.
Tampoco ponderaré nunca suficientemente la importancia de hacer las cosas con amor:
Si cocinamos un alimento, podemos usar ho’oponopono para limpiarlo mientras lo cocinamos:
lo cogemos entre las manos y respiramos profundamente mientras repetimos mentalmente la siguiente oración:
pido a la divinidad que hay dentro de este alimento que borre las memorias del pasado que impiden que los procesos que están generando problemas en su realidad se desbloquéen, sólo eso.
Repetimos varias veces:
lo siento, perdóname, te amo, gracias.
luego repetimos varias veces: yo confío.
Podemos simplificar el proceso diciendo sólo lo siento, perdóname, te amo, gracias.
También podemos dar reiki a los alimentos y al agua, así como a los animales y plantas que conviven con nosotros.
Podemos simplemente agradecerles su presencia y visualizar que les enviamos esferas de amor en forma de luz blanca o rosa.
Podemos hacer una bendición de la mesa y acción de gracias de la forma que nos salga, lo importante es dar amor, mucho amor.
Agradezcamos la presencia de estos hermanos animales y plantas que se han sacrificado, incluso a nivel kármico, para que sigamos viviendo.
No lo digo para dar pena, lo digo porque es una realidad.
Un abrazo de luz, Alba Álvarez.